18 ene 2014

Cuando cumples el sueño de tu vida a los 20 años


Mis padres me apuntaron a una academia de inglés cuando tenia 7 años porque se me daba fatal. Mis amiguitos avanzaban en la materia pero yo no, así que todos los viernes de 5:30 a 7 en lugar de ir a casa a descansar de lo aburrido del cole, tenia que quedarme estudiando gramática de un idioma que ni siquiera me interesaba. Fueron pasando los años y como era de esperar, las clases iban dando resultado.
Cuando tenía unos 12 años, Ángels (mi profesora por aquel entonces y a la que eternamente estaré agradecida) me recomendó ver series, películas y todo lo que pudiera en inglés, aunque hiciera trampa poniendo los subtitulos en castellano. 
Quien me iba a decir a mi que ese iba a ser el principio de mi gran admiración por la cultura americana. La mantequilla de cacahuete, Punky Brewster, el hip hop old school, el queso en spray, accion de gracias, el principe de Bel Air, el sirope de arce...yo quería eso.


Como para que no me gustara

Ahora que ya sabéis de donde me viene la tontería y consiguiente crisis de nacionalidad es más facil entender que pasa cuando cumples el sueño de tu vida cuando solo tienes 20 años.

Bien, nunca he sido una chica con grandes aspiraciones. Es decir, hubiera matado por ser Britney Spears cuando tenía 8 años, pero tenía bastante claro que no iba a pasar. Así que digamos que el sueño de mi vida era simplemente viajar a NY, a conocer una parte de aquél país que tan enganchada me tenía. 


Un día cualquiera de la navidad 2012 entró mi madre en mi habitación y me dijo: ¿Quieres ir a NY? Yo que siempre he pertenecido a una familia modesta, no entendí la pregunta así que me limité a contestar: Em? Y mi madre que pensó (confirmó) que yo era subnormal se limitó a repetir la pregunta. Un mes después casi teniamos vuelo y hotel. 

Y así fue como Charlie Banks cogió un avión de Delta Airlines el 2 de September de 2013.
Llegamos a eso de las 2 de la Tarde. Lo primero que ví al bajar del avión fue una gran bandera y dos funcionarias muy gordas de color agitando los brazos y el cuello mientras hablaban. Mi entrada en America no podría haber sido más aunténtica.

A partir de ahí todo pasó super rapido. Times Square, el Empire State, el Rockefeller center, Rutas por Harlem, Queens, Wall Street, SoHo y demás zonas chachipirulis. Compras en Victoria's Secret, Macy's y Century 21. Cosas tan sencillas y básicas como coger el metro, o comerte un Hot Dog por $2 pero también el MoMa, The Metropolitan, Central Park, China Town, el Guggenheim, la Quinta avenida (donde por un casual vi de refilón a Leighton Meester de Gossip Girl), la Estación central, el Memorial, Little Italy y el puente de Brooklyn. Y mil cosas más que harían la lista demasiado larga.


Y entonces vino la Estatua de la Libertad. En todo el tiempo que llevabamos allí, aun no la había visto más que de lejos. Estoy convencida de que mis padres la reservaron para el final porque sabían de sobras que era lo que llevaba esperando años y años. Y más que explicaros como me sentí cuando la tuve delante, tengo una foto hecha en el momento clave que lo explica todo mucho mejor de como yo podría llegar a hacerlo.

Esa pasa con gafas de sol soy yo

Y sin nisiquiera darme cuenta, ya habían pasado 10 días y tenía que volver. Si tuviera que quedarme con algo de ese viaje serian todos los tópicos cumplidos. Y cuando hablo de tópicos hablo de TÓPICOS. Las hamburguesas y la ropa son más grandes, está lleno de latinos e hispanohablantes, McDonalds allí es 30 veces mejor y más barato, el café es mucho mas dulce y aguachirri, Wall Street mola mogollón, la gente desprende estilo incluso solo al caminar, la leche se vende en botella de 5 litros, hay mil millones de Starbucks, el ketchup está mas bueno y los cereales también, la gente baila en la calle, todo es muy  y hasta los blancos tienen swag. 


Hablo de tópicos del nivel preguntarle a un policía (de color): "Excuse me, could you please tell me where the Columbus Park is?" y que él me contestara: "Two blocks and then u go right gurl" con TANTO ROLLO que yo me quedé en plan tiiiiiiiiiiiiiio y con la esperanza de que empezara a sonar un beat de fondo.


Esta fue mi cara inicial

Y luego vino la de: POR DIOOH HASLO OTRA VEH

Tampoco pude irme de la ciudad sin que me preguntaran 3 veces si era Colombiana y me desearan "Have a nice day" como unas 300 veces.

Meses después, aún y teniendo claro que volveré tarde o temprano, sigo acordandome de todos y cada uno de mis días allí y supongo que eso es lo que pasa cuando cumples el sueño de tu vida.