2 may 2014

And we went to Amsterdam

Hola de nuevo! Ya que hace tiempo que no escribo nada, hoy vengos a restregaros sanamente que he estado merodeando por Holanda y más concretamente, Amsterdam. 

Todo empezó el día 24 de Abril cuando, sin mirar atrás, nos plantamos en la T2 del aeropuerto de Barcelona dirección Amsterdam, con nuestras maletas de mano pesando mas de lo permitido, rozando lo ilegal, jugándonos los cuartos,...porque sabéis? Yolo.

Volamos con transavia y mola mucho porque las azafatas van vestidas como si siempre fuera el día de San Patricio, y diréis: ah, será una aerolinea irlandesa? Pos no.



Son felices porque te acaban cobrar 4€ por una Coca-Cola

Total que, contra todo pronóstico, aterrizamos sanos y salvos en Schiphol. Pues nada ahora ya solo queda lo más facil: coger el tren. "El holandés es como el alemán", decían. "Entenderás la mayoría de cosas", decían. SÍ.



Pero gracias a nuestro inglés amazingly perfecto, conseguimos llegar al punto de encuentro sanos y salvos. 

El resto de días sucedieron demasiado rápido para mi gusto. Gracias a nuestros guías excelentes conseguimos ver muchisimas cosas en tiempo record. Jordaan, los millones de canales y puentes preciosos, Vondelpark, Museumplein, las nueve calles, mil millones de grupos de españoles, Begijnhof, el mercado de las flores, tiendas solo de quesos (paradise), the red light district, Amsterdam Centraal, Rembrandtplein, la plaza Dam, la casa de Anna Frank y lo más importante...el museo Albert Heijn. En realidad es un supermercado pero como tiene nombre holandés y os lo creéis todo, cuela que no veas. 

Y entonces llegó Kingsday. Si creéis que alguna vez en vuestra vida habéis estado en una fiesta mayor que ha sido la leche, os puedo decir CON SEGURIDAD que no tiene ni punto de comparación con lo que se cuece en Amsterdam ese día. Se supone que celebra algo relacionado con la monarquía, de ahí el nombre de la fiesta, BRILLANTE. 

Todo el mundo se viste de naranja a más no poder y sale a la calle para festejar durante TODO el día. Los canales se llenan de fiesta-boats y todo el mundo es más simpático de repente. Hay mercados de segunda mano y sobre todo música por todas partes. 


Como era de esperar, yo también salí a la calle con mi perfect total look orange con corona incluída. 

Este es un majo al que me agencié. Lo nuestro no funcionó porque no era muy hablador.

El ambiente es comfortabel charming, hay  mil millones de actividades y cosas, todo el mundo es feliz y parece Wonderland y no quieres que ese día acabe nunca. Pero acaba. Y entonces tu vida nunca vuelve a ser lo mismo y tu estás en plan:

Sé que este gif puede llegar a ser traumático

Y para no romper con la tradición de dar la nota, no podía volver a casa sin que me abrieran la maleta para descubir que era ese extraño objeto alargado que pretendía llevar a mi país. En ningún momento se les pasó por la cabeza que podía ser mi plancha de pelo, no. NO.

Esto es lo que pensó el atontao de turno cuando miro la radiografía de mi maleta


Del viaje en general me quedo con unas cuantas cosas a destacar:
  • Aunque consiguiera entenderme con una yayi que nos explicó un par de cosas sobre una estatua en su idioma, el holandés NO se parece tanto al alemán (tengo un trauma)
  • En las discotecas venden tapones para los oídos
  •  Hay que pagar por ir al WC everywhere
  • Hay más bicis que personas
  •  Desmayarse en la casa de Anna Frank como muestra de swag esta totalmente out